viernes, febrero 15, 2008

...te deberé la hermosura pues me causas el amor.

Ya no quiero ser tan cotidiana ¿qué puedo hacer? es como un mounstruo atrapado que me pide que lo deje salir pero mi contestación suele ser: no tengo tiempo para tus sueños, no me puedo detener y eso es algo que ciertamente me causa naúseas duraderas. Me pongo a pensar en el tiempo, en los años que han pasado, en los ejemplos vivos de las gentes, y la única opción considerable a considerar y la respuesta a responder es que debo aprender a ser. La cuestión cuestionable es que el ser no siempre es vivir, el ser lo derivaremos del derivado ser alguien. Adoro los pleonasmos. Mi vida es un pleonasmo. Todos somos pleonasmos. Tú eres mi maldito pleonasmo. Qué ganas de interrumpirme la neta.
...ya me voy pues.



tienes que saber que es lo último que pido,
que estoy desesperado y según mis latidos
no me queda mucho tiempo a mi favor.
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