¡Ay! pero qué blog tan aburrido. Qué le pasa a la autora de esta semejante barbaridad e insensatez. Pues quién sabe. Se la pasó viajando y cuando regresó se encontró con una tembladera. Y se dijo: que pase ya lo que tenga que pasar y suspiro. Después pensó: yo puedo acostumbrarme a vivir con ellos. Es la verdad.
Pero dejando fuera toda aquella manifestación diabólica que alguna vez viví en esa casa y corroborando una vez más que El jefe de jefes no tiene que ver con nada de esto, pienso que las cosas andan muy bien por aquí. Cada vez que se respira esa tranquilidad emocional, no hay poder ni depresión que te pueda hacer caer. Odio eso. Te acostumbras demasiado a ser miserable que hasta te sientes un idiota festejando las dulces mieles de la vida.
Disculpe usted querido lector, lectora, que no escriba algo lo suficientemente bueno para que su intelecto pueda masticar la sabiduría a la que está acostumbrado, pero da la casualidad que la bien pinche sabiduría no a tocado mi puerta y tal vez deba considerar el regresar a un capítulo más de:¡qué mierda fue lo que escribí!.
Disculpe usted querido lector, lectora, que no escriba algo lo suficientemente bueno para que su intelecto pueda masticar la sabiduría a la que está acostumbrado, pero da la casualidad que la bien pinche sabiduría no a tocado mi puerta y tal vez deba considerar el regresar a un capítulo más de:¡qué mierda fue lo que escribí!.
Dios nada olvido, todo lo hizo.
Nos dio mundo y razón; un paraíso...♪♪♪
Nos dio mundo y razón; un paraíso...♪♪♪
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