martes, febrero 19, 2008

Susana llámame, no tardes tanto amor

Estoy bien idiota. Cuando hay un temblor se me borra el tape a pesar de que siempre digo: piensa, tú tienes el control, pero nomás no se hace y el colmo de los colmos fue que después estuve diciendo en voz alta ¿por qué quise correr? cuando no había nadie para contestarme y sí mucha gente asustada observandome. En realidad no soy la típica histérica que grita con lágrimas en los ojos porque piensa que se va a morir virgen, pero por alguna razón me paralizo y hago lo que hacen los demás. Tengo dos teorías; una es porque pienso que debo ser como todos y unirme a la estupidez colectiva no pensante ó dos, qué estoy bien idiota. Me tranquiliza más la segunda, porque créanme, la primera sería la puritita muerte.
En fin, entiendo que en la lógica de supervivencia natural se piense que es muy pendejo pedir calma cuando estas apunto de recibir un pedazo de block en la cabeza y más cuando te encuentras en un lugar como esa escuela que le truena hasta el aire pero debemos luchar contra el temor y ser valientes. Amigos, no dejemos que la psicosis nos atrape entre sus garras y permitir que nuestra ciudad se derrumbe pues la ciudad no son los edificios e instalaciones, lo somos nosotros y hay que apoyarnos comunidad, hay que ser comprensivos y arriesgarnos por el prójimo. Eso sí, lo más importante: ¡hay que organizarnos y comprar atún lola estúpidamente! ja, ja, ja. Ya pues, en pocas palabras lo que trato de decir es que no sean culeros y ya no le corran que me asustan.


Tú no compredes que yo
y mi carazón son para ti
y que este amor
que hoy nace en mí
te quiero dar solamente
solamente a ti.
Susana, llamamé...

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