viernes, enero 25, 2008

Ya no soporto los domingos, son lo mismo son lo mismo.

Y ahí estaba yo, tratando de disimular ese gran silencio que invadía la sala. Cualquier cosa que balbuceara mi boca, era aplaudido por los presentes y me invitaban a que siguiera deleitándolos por cuanta estupidez venía a mi mente. Eso me intimida; cuando las personas te ponen atención absoluta y finjen tener interés en tus patéticas historias sabiendo que lo único que desean es no tener que profundizar en el enojo que les provocó cierta acción realizada anteriormente... ¡aguas! acabas de ser atrapado por la red de la AOP: atención obligada por parejas. Este síndrome colectivo no respeta absolutamente nada y cualquiera está susceptible a ser contaminado ya que provoca reacciones comunes entre los seres humanos. Se sabe que estás pasando por un AOP cuando notas la indiferencia entre tus acompañantes y extrañamente están ansiosos porque les cuentes alguna anécdota por más estúpida que sea. Te encuentras conciente de que no les importas pero tiendes a entregarte por completo a la situación e incluso la disfrutas celebrando y creyendo por unos 47segundos que tu vida al fin llega a ser apreciada por los pobres mortales, aún sabiendo que la historia gira alrededor de tu desayuno y el malestar estomacal que no se te quita.
Contaré mi historia, pues ya no tengo miedo. Mi nombre es Susanska y soy víctima del AOP. En la preparatoria fue donde comenzó todo. Mis dos únicas amigas se habían peleado al grado de ya no hablarse, ¡pero! seguíamos juntas porque no teníamos otro remedio. Así es, tenía el control absoluto del movimiento grupal pues si yo decía algo, ellas trataban de festejarlo (cada quien por su cuenta, obvio) y prestarme la mayor atención posible. Al principio pensé que era divertido; hicimos lo que quise, dije lo que quise... y después arreglaron sus diferencias y todo volvió a la normalidad. Las super amigas y la Susanska. Chalee.
Otra situación similar fue con mis dos únicas amigas, luego de la preparatoria. Se conocieron primero, hicieron muchas cosas primero, festejaron cumpleaños primero, salieron juntas primero y al rato llegué yo. Luego de un tiempo y de que éramos las super acopladas se peliaron al grado de desearse buena suerte en la vida y que ojalá le pongas chuchito a tu hijo. Eso significaba que ¡me iba a quedar perreada en mi casa! y eso no lo podía permitir pues al no hablarse, tenía que verlas por separado y la verdad que eso no me gustó. Esta vez si me dolió bastante y hasta tiré dos, tres lagrimillas. Al fin se reconciliaron porque esa vez fue mi cumpleaños y ahora, de nueva cuenta, las super acopladas y la Susanska. Chaleeee.
Y no podían faltar mis dos únicas amigas en la universidad. Pasaron demasiadas cosas; a una de ellas le sucedió algo terrible y la otra no aceptaba tal hecho. Eso fue nuevo para mí, pero total, ya tenía experiencia en este tipo de situaciones y como todo, se resolvió, aunque esta vez no resultó tan agradable pues ya nunca volvió a ser lo mismo. Y pasó que una contrajo matrimonio y la otra también, pero se fue a vivir a SanDiego, CA. Las amigas separadas y la Susanska. Chaleeeeee.
Pero hoy fue diferente. No entraré en detalles para no quemar esa relación, pero lo que si diré con gran efusividad es que esos momentos me hacieron recordar el por qué de evitar las relaciones tan estrechas entre un hombre y una mujer; besitos y abrazos nomás pues, uno necesita amor no mamadas de problemas.

También me hacen pensar ciertas cosas, como:
1. Debo conseguirme amigos que, en la suma total den 4 o más personas.
2. Que debo dejar de ser tan chila para que no se peleen por mí.
3. Por qué hacer un maispeis, si lo tendrás en la modalidad de privado.
4. Por qué ese afán de tomarse fotos besando al espejo.
5. Y por qué soy tan insolente.

Ojalá mi testimonio de vida ayude a otras personas a salir adelante con esta enfermedad maldita.
Gracias.




Es un rompecabezas de miles de piezas
Que ya no quiero armar ya no pretendo armar, no:::::♪

No hay comentarios.: