viernes, enero 11, 2008

La culpa es de uno cuando no enamora.

Inés sabe que no debe aceptar invitaciones de extraños a lugares extraños en circunstancias extrañas pero siendo él, sonriendo así y conociendo un poco la fisura entre sus dientes, le pareció que debía reconciderar lo apuesto que se veía reflejado en el vidrio del mostrador.
No me gusta el café
A todo el mundo le gusta el café
Yo no soy todo el mundo
Antes lo tomabas
Pretende oler a reacia y clausurarse unos cuantos minutos. Los miedos toman su resplandor y cada movimiento insignificante es decisivo para acomodar la situación. El cortejo. La insolencia. Las risitas melosas. La fantasía se acerca.
Ya no hago cosas del antes.
¿Me niegas? Imposible, yo no soy antes.
Son solo cajas, yo puedo guardarlas.
La nieve, a todos nos gusta la nieve.
Es invierno.
Solo es un tema de conversación que no estuvo en el antes.
Ahora si.
"El apareamiento entre dos animales debe ser espontáneo, si no sucede, significa que uno de los dos animales no está preparado, tal vez la perra no esté en la etapa correcta del celo o quizá sea inexperta, en este caso es mejor esperar, dejar que pase el tiempo y las cosas ocurrirán solas; en el caso del macho puede pasar lo mismo, puede que aún no haya llegado a la pubertad o que no tenga experiencia, no se pude descartar algún tipo de enfermedad o estado febril".
Ninguna diferencia; la naturaleza es sabia. Animales pensantes. Complicadas existencias y comportamientos injertados en el chip sociedad-pertenecer-estupidez. Protocolos malditos.
Sin embargo, el leve roce de unos dedos punzantes de nervios, el cabello chispeante de coquetería y los elogios en las comisuras del tiempo es totalmente proporcional a todo ese perfecto acercamiento e intimidad que presenciaron alguna vez. Las agonías son heridas que cicatrizadas no se lamentan el pasado, pero tienen una apariencia inspirada en la fealdad. Resignación.
No te creo Alfonso.
Te amo.
Será una conversación de no acabar.
Creéme.
Ya no somos los mismos, ya no queda nada.
La felicidad de antes ¿no cuenta?
Te lo dije, ya no hago cosas de antes.
No importan los ayeres, las cenizas se imprimen en el aire y se graban las siluetas de amor. Imágenes, olores, silencios; todo en un paquete de recuerdos permanentes en la memoria de Inés. Sabe que los conocidos se vuelven extraños y aceptar invitaciones extrañas en lugares extraños podría reencontrar esas sensaciones ya conocidas en el corazón.

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