¿Orgullosa yo? A mí me gusta llamarlo fuerza de voluntad y mira que te acostumbras. Yo me lo busqué, me voy a perder en el vacío, sí, no te preocupes pero a la larga esto será mucho mejor; las cosas buenas siempre brillan más con el tiempo y los peores recuerdos se vuelven el ejercicio que necesitan tus biceps mentales de la vida.
Eso me deja tranquila... o insatisfecha, da igual.
Y la cuestión no es el perdón, sino valorar. Siento que es mucho más fácil lo primero que lo segundo pues en sí, el que me perdones definitivamente no le entra la posibilidad de estar en algún futuro paralelo, en cambio valorarte, significa la influencia del universo sobre mi pecho para saber y poder mantenerte aquí todo el tiempo. Es sencillo.
Orgullosa o no, aquí estoy... o te quiero, da igual.
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