No puedo abrazarlos a todos y cambiarlos en un instante ni tampoco puedo besarme e ignorar mis defectos. Que cansada me siento, no puedo contracorriente.
Qué clima tan loco, hace frío, hace calor...
Casi siempre me compadezco y siento como la sangre se derrama sobre mi piel. No puedo escuchar a las multitudes porque me persigues, porque me sientes, porque no quiero.
Sí, aparte ¿cómo sube el dollar no?
Si llegáramos a conocer la verdadera elocuencia de nuestro interior, ¿crees que aún tuvieramos los dedos entrelazados y muchas horas perdidas?
Por mí casa también se oyen muchos balazos pero ya sabes, ésta inseguridad...
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