miércoles, octubre 01, 2008

...sólo tus pupilas sabrán que fue verdad.

Y es que yo ya no sé en qué creer. Hay una pequeña abertura en el espacio donde dos personas (o varias) deben, en algún punto no visto por el ser humano, encontrarse. Buscarse no es lo correcto, más bien es esperar sin saberlo; invocarlo sin creerlo. Todo es tan perfecto, un día te vez lleno de mierda y al día siguiente hueles a rosas, yo no entiendo. No.
Por lo pronto y por lo más rápido tendré que caer sobre la brisa del amor. Tonto pero cierto; estúpido pero maravilloso.

Sin embargo, no todo me parece claroscuro, hay tantas maneras de plasmar las acciones que ocurrieron hace un par de días que me mareo y vomito mis ideas.
No estoy segura como tomar esta lección y tampoco es como lo pintan. No cabe duda que uno tiene que vivir situaciones para entender que el sexto sentido no es un mito.
Tranquilos estamos, felices estamos... solo hay que transmitirlo. También debo preguntar y debo obedecer.

Aunque se acerque el final, estoy dispuesta a soportar toda clase de comentarios, necesito tomar un rumbo que no sé cual es y relajarme. Aprendo a vivir. Si.






Siempre serás
bienvenido a este lugar,
a mi lista de obsesiones
de nombres a olvidar.
Como recordarte, sin mirar atrás
Yo nunca olvidaré el último vals.

1 comentario:

Karina dijo...

me encanta lo que escribes, Realmente, es como las canciones, siempre me identifico... jeje cuidate