domingo, agosto 10, 2008

I couldn't resist him. His eyes were like yours...

-Se nota que les gusta el pedo- me lo dijo con una vocesilla oscura y tenue. En la pantalla estaba la escena del amor: él provocaba brillo en sus ojos y ella lo dejaba mudo ante la sinceridad de sus palabras. ¿Cómo el ser humano encuentra a la mejor persona para su persona? La escena del amor: era ella la que proponía y era él quien contemplaba. La vida se percibe tan natural, tan amable, que simplemente es fácil.
-Pues claro, se aman- le conteste muy segura de mi corta y escasa experiencia. Leo demasiado como para saber a ciencia cierta qué es la ficción y la realidad en mi vida. Bebo demasiadas palabras como para tener una clara idea de cuáles son mis prioridades. Estoy tan asqueada de mi intelecto y mi tartamudez que no puedo entablar una grata conversación con mi futuro para aprovechar cada oportunidad que se presenta.
-Pues entonces que se dejen de mamadas y él deje a la otra y ella que se olvide de aquél- me refutó.
-No es tan simple- y guarde silencio para que la película siguiera.
Es claro que el ogro raciocinio y el hada del amor ignoran que sus decisiones siempre nos traen desgracias y contar con su debate insulso e irónico nos quita tiempo y esfuerzos.
No es tan sencillo cuando te gusta el pedo y mucho menos cuando él no la dejará y ella no quiere olvidarse de aquél. No lo es. Qué importa la química y la poesía cuando la seguridad emocional se encuentra en sus cuerpos y perderla significaría volver a empezar. Es el olor del miedo que inmuta las ganas. Sencilla nostalgia de extrañar a la emoción.






...his hair was exactly the shade of brown
He's just not as tall, but I couldn't tell
It was dark and I was lying down.

No hay comentarios.: