lunes, julio 28, 2008

Y aunque hoy comencé de nuevo

Mis más cercanos siempre han esperado grandes cosas de mí. Lo sé, lo puedo ver en esos ojos. Odio esos ojos, por cierto. Están borrachos de esperanzas y sueños que no me hago a la idea de cumplirlos. No puedo, no soy así, ¿cómo hacerlos entender que solo son sus simples expectativas ficticias de mi persona? Siempre haré lo que pueda, no lo que ellos quisieran que haga y por ese motivo los voy a decepcionar y estoy dispuesta a cargar con las consecuencias pero no sin antes advertirles que se darán un gran golpe mortal al creer que una persona puede llegar a cumplir con los requisitos del ser humano ideal que tienen en sus cuadradas mentes.
Yo aprendí de la manera más cruel esa forma de pensar y la aprendí muy bien. Nunca esperes nada de nadie porque tarde o temprano te decepcionan. Lo peor es que no es su culpa, sino la nuestra puesto que vivimos a la deriva pensando en el "nunca me fallará" y los ponemos en un pedestal, sangrando del orgullo que sentimos al tener amigos, padres, hermanos, cuñados, primos, jefes, abuelos y vecinos que no serían capaces de hacer alguna tontería.
Ash, no es así. Todos fallamos, todos cometemos errores irreparables, nadie está absuelto de nada. Es mejor tomar a la persona como lo que es: un ser común y corriente que respira, come, bebe, llora, defeca; que está lleno de virtudes y defectos que se mezclan para hacer a la madre abnegada que adoras y te hace el desayuno, o a tu hombre ideal que siempre te deja por el futbol. Es mejor experimentar el amor del prójimo y hasta qué punto puede darte su ser sin esperar casi nada. Es mil veces mejor amar y conservar en la memoria todos esos pequeños detalles que nunca pensaste que haría por ti y definitivamente es maravilloso el poder que tiene la vida para mostrarte infinidad de seres humanos detestables, amargos, cariñosos y alegres que hacen que tu existencia se torne interesante . Simple y sencillamente sería muy aburrido creer que las personas van a reaccionar como queremos nada más porque tienen una etiqueta especial en nuestra vida; eso es muy egoísta. No hay nada ideal en esta realidad, lo mejor es dejarse sorprender por las capacidades de cada cual y sobrellevar la idea de que no todo es una telenovela.
Sin miedo a buscar críticas y represalias por mis comentarios, afirmo que lo importante no es dejar de creer, más bien es saber exactamente en qué posibilidades creer.
La gente es hermosa y tiene mi corazón pero no voy a creer en mi propio mundo perfecto cuando hay miles de mundos exigiendo uno también. Yo solo me doy la oportunidad de disfrutar a todos mis cercanos como son sin exigir ideas absurdas.




...no me extraña nada
que el fantasma de tu recuerdo
aún ronde por aquí

1 comentario:

Anónimo dijo...

tienes mucha razon la gente espera tanto de nosotros que a la larga no cumplimos sus expectaciones pero quienes son ellos para exigir??? si al final nos matamos por cumplir sus expectaciones o nos dedicamos a ser felices y a cumplir nuestras propias expectaciones sin esperar la opinion de los demas...nadie es perfecto y todos lo sabemos pero siempre exigimos perfeccion y en ese esta nuestro error...comparto mucho este post