domingo, marzo 23, 2008

Confesándole a mi almohada que nadie me hace llorar.

Estoy buscando la forma de no verme tan desesperada, melancólica, grosera y patética. Pensé en una peluca, pero ya tengo bastante bello por todas partes. Todas. Después creí que sería buena idea utilizar una bolsa de papel para cubrir mi rostro, pero ya estoy harta del color café punzante de tus ojos en los míos. Entonces me dije: ¡bórrate! usa una goma y empieza por las cejas. Fue inútil, casi me las arranco y de ser el tío cosa pasaría a ser el tío Lucas. También estuvo en la lista meterme en una caja de cartón y salir solo cuando me necesitaran en extrema urgencia pero mi madre se rehuso a ir con el señor abarrotero y pedirle una. Creí entonces, que lo mejor sería dejar los lentes y ponerme de contacto y como eso podía hacerlo rápidamente con solo levantar el teléfono, no dude ni dos segundos. Lamentablemente me piqué tanto los ojos que las personas me preguntaban mi nombre y después a qué centro de rehabilitación asistía. Le comenté a una amiga que se encuentra fuera del país lo que me sucedía y me dijo: yo creo que tenés que cambiar de aires mujer, ¿porqué no lo hacés? Aquí hay de sobra. Y le contesté: claro que me gustaría, pero mis padres no querrán pagar para que me traigan un ventilador de tu país.
Después de meditar un rato supuse que lo mejor sería el ignorarme, pero es que soy tan linda que eso sería imposible y no estoy para hacer sacrificios, contigo me basta. Y por eso desee mucho tener un delorean y viajar exactamente al punto donde me sentía encabronadamente feliz y... ¡Ay!. Resignación de nueva cuenta pues. Qué cosas. Soy bien culera, no lo puedo esconder. : )



...te llames como te llames,
para mí tu eres la gloria
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2 comentarios:

josef dijo...

Muy interesante tu post. por cierto no entendí la última frase esa de "soy bien culera" qué signofica en mex, porque yo soy español y no es lo mismo jajajaj. saludos un placer encontrar tu blog!

Tapiocadas dijo...

es es mi susana este post si me gusto reti arto.