martes, septiembre 23, 2008

Y todo lo que ya viví lo sigo cargando...

Probablemente tenga que realizar todas las responsabilidades domésticas de esta su humilde casa, pero eso es lo de menos cuando tienes a tu progénitora vivita y coleando como siempre. Y, aunque fueron solo unas cuantas horas, no dejo de sentir cierto temor al pensar que un día tendré que verme en la penosa y dolorosa situación de vivir en carne propia la pérdida de alguno de mis padres. Me imagino la idea en este presente y no la puedo tolerar, sin embargo sé que no la puedo cambiar en ninguna circunstancia, solo es un comentario dentro de tanto temor. Es normal.

Nunca había vivido algo como esto y pensé que habría más dramatismo hasta en la cara del Dr. pero todo lo contrario, de hecho todo se torna gracioso a la hora de las visitas. Me resulta maravilloso como a las personas les nace tanta empatía y se muestran cariñosos y condolentes ante tanta enfermedad. Abren tanto los ojos y las mejillas se les ponen rosadas al platicar el típico a mi me pasó hace años, a fulanito le resulto lo mismo, yo sabía que algo te pasaba... bla bla bla. Hermoso. Agradezco todo el amor que le brindan a mi madre y más que se lo brinden a la familia. Espero poder corresponder (y aprender) algún día, de la misma manera ya que suelo ser muy distraída y poco solidaria al grado de hacerles creer que no me interesan. Pero esa no es la intención, que quede claro.
En fin, dejaré de escribir sobre este tema pues soy muy llorona y lo que menos necesito en estos momentos es desmoronarme frente a mi familia.





lo llevo muy dentro de mí
nunca lo he olvidado... ♪



1 comentario:

Aída A. dijo...

que paso nena?