martes, mayo 20, 2008

Y no sabe cuantos cuentos cuento por disimular...

Las personas son tan mágicas como taaaaan malditas. Traen tantas sorpresas en sus ayeres como tanta porquería en sus comentarios. Ash, qué diversidad. Y lo digo más que nada por el patético hecho de contribuir a mi vida con simpladas o sorpresas que me hacen pensar, buscar y analizar las respuestas atendidas por mi mente. Cada parte de ti es una parte de mi. Cada parte de mi es una parte arrepentida del todo. Y cada parte del todo es la parte que más agradezco. Qué semanas, qué semanas. Hay tantas partecitas que no sé cómo pegármelas para que se queden conmigo bien cerquitas. Así, bien cerquititititas.
La lógica de mi corazón y los sentimientos de mi cerebro andan todos mezclados. Las líneas imposibles están tan cruzadas que me perdí; los puertos anhelados se me pasaron por completo y no tengo cómo regresar; subo un ancla para tirar otra nueva y la arena del reloj pareciera infinita...
Entre extrañar y no extrañar se mecen los días con el viento alérgico; admito que tengo miedo a olvidarme, a olvidarte, a olvidarnos, a olvidarte-me-nos; todo se engloba en el todo.

Las personas tiran tanta magia que ignoran cuando la atrapo. Me la embarran en la cara y todavía tienen esa mirada incógnita preguntándome por qué me consideras especial. Torpes de cabeza grande. Tal vez nunca lo sepan, nunca lo pueda decir, en realidad no está en mis planes contarlo pues mi tartamudez impide que las palabras exactas se salgan por mi boca. Ese es un nuevo defecto, ya sea porque me pones nerviosa o porque estoy ocultando a la Susanska. Quién sabe.




Y es que si yo te recuerdo
me paso las horas cantando::::♪



1 comentario:

Lily dijo...

A veces quisiera saber de que escribes (de quien escribes).

Pero tal vez no.