domingo, mayo 25, 2008

y aquí te espero, con mi cajita de la vida...

Hay varias escenas de las cuales estoy completamente enamorada como una idiota y me encanta repetirlas en mi mente pero en este intante llegó a mí una muy especial. Fue en la secundaria y yo estaba viviendo la etapa "enamorarse de un vandalo es lo de hoy" y buscar el lado bueno era mi trabajo. En una ocasión estaba sentada viendo hacia la nada, cuando de pronto me llamó la atención una señora entregándole un bebé a un muchacho (mi vandalo). Este muchacho se miraba temeroso, torpe e incómodo por cargarlo, pero después de unos segundos puso una sonrisa en sus labios, lo meció un rato y le besó la frente. Para mí significó la más dulce y pura ternura que vive en una persona completamente rechazada por las reglas y encontrar esa esperanza al amor que yo sentía me hizo motivarme aún más para demostrarles a todos que no estaba equivocada. Cuando se acercó para saludarme no quise romper esa sensación que me había causado y nunca se lo comenté por no perder mi oportunidad.

Hace tiempo lo ví cruzando la calle, le nombre y me saludó muy contento; hubiera querido charlar y esta vez decírselo a detalle, con pelos y señas de ese momento que me hizo vivir pero supuse que esas cosas están de más cuando vuelves a ver a una persona del pasado. En fin, creo que hoy está en la cárcel. Vaya manera de terminar con mis esperanzas.





Te mando besos de agua,
de esos con los que tanto te reías::::::::

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