A ti mi querida madre, que me haz curado de crudas y pesares.
Que siempre traduces mi silencio y hechas a perder mis momentos
con tu amoroso "te lo dije" sin ningún remordimiento.
Este poema, hecho para la mujer, madre y mil profesiones a la vez,
quiero decirte que hoy en tu día no te compré el regalo
que mostrara cuán torpe soy al no tener tu sazón.
Tienes mi amor, mi ser y mi todo,
le diste vida a esta mujer y por eso
oh madre querida, madre adormecida
rezo para que te alivies y dejes de toser.
Te amo, te necesito y quiero aprender
cómo le haces para mantener este hogar en pie.
Mi ama de casa preferida, gracias por joderte todos los días,
por amar a ésta insensata que muerde el queso a tus espaldas.
Díos mío no me la quites, no interrumpas su gloriosa
canción de amor hasta que conozca a los hijos de mis hijos
y los malcríe sin preocupación.
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