Después de que casi muero por una sobredosis de queso y que mis nalgas parecen blusa de los años cincuenta, estoy bien; alegremente estornudando, con muchas preocupaciones y totalmente dispuesta a llegar a los 23 vivita y coleando.
De hecho ya hice mi lista de obsequios requeridos en mi natalicio porque resulta ser que mis más allegados amigos del alma y más para allá, siempre me hacen sentir mal porque dicen que nunca hallan qué chingadera regalarme. Y tal vez tengan razón ya que no soy muy específica en mis gustos y la mezcolanza de mi yo interno brota por los aires confundiendo a la audiencia. Pero este año estoy preparadísima para esa pregunta que me causa mucho estrés: ¿qué quieres de regalo? 24mil549 cosas saldrán disparadas de mi linda boca, ya lo verán.
Y por otro lado, también hice mi epitafio. No exagero, últimamente la muerte anda rondando en mis oídos y yo la verdad prefiero estar preparada para todo. Batallé bastante para realizarlo pues quería que dijera tantas cosas, pero solo me limité a escribir: aquí yacen los restos de una mujer... al menos mi género lo tengo bien definido y eso mi querido amigo, ya es bastante.
Este contraste vivencial se satura cada día, cada segundo, por los pobres mortales; muchos desean morir y otros quieren vivir y otros simplemente nunca comienzan. Qué cosas. Yo por eso la prefiero de lejitos, con una caguama y tecleándole a las circunstancias. Eso me resulta más espontáneo, más presente pues.
De hecho ya hice mi lista de obsequios requeridos en mi natalicio porque resulta ser que mis más allegados amigos del alma y más para allá, siempre me hacen sentir mal porque dicen que nunca hallan qué chingadera regalarme. Y tal vez tengan razón ya que no soy muy específica en mis gustos y la mezcolanza de mi yo interno brota por los aires confundiendo a la audiencia. Pero este año estoy preparadísima para esa pregunta que me causa mucho estrés: ¿qué quieres de regalo? 24mil549 cosas saldrán disparadas de mi linda boca, ya lo verán.
Y por otro lado, también hice mi epitafio. No exagero, últimamente la muerte anda rondando en mis oídos y yo la verdad prefiero estar preparada para todo. Batallé bastante para realizarlo pues quería que dijera tantas cosas, pero solo me limité a escribir: aquí yacen los restos de una mujer... al menos mi género lo tengo bien definido y eso mi querido amigo, ya es bastante.
Este contraste vivencial se satura cada día, cada segundo, por los pobres mortales; muchos desean morir y otros quieren vivir y otros simplemente nunca comienzan. Qué cosas. Yo por eso la prefiero de lejitos, con una caguama y tecleándole a las circunstancias. Eso me resulta más espontáneo, más presente pues.
es contigo mi vida con quien puedo sentir
que merece la pena vivir:::::::::::::::::::::::: ♪
2 comentarios:
Compitaaa ya va a ser su onomastico yeah.
Lo que sea que le regalen, es de todo corazon ajajajjajaja, no le haga el fuchi.
Andaba perdida, pero ya me encontre.
Saludotes cabronsota
Susan, ya tengo otro blog(a ver si no lo mato pronto como acostumbro)
Me gustó que platicaramos hoy, cuidate, espero que no mueras joven, te envidiaría mucho, ash.
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