...y aunque fuese naDa mi único pensamiento, por eso solo ya resultaba tOdo.

¿Qué puedo escribir en momentos como estos, cuando se me cierran los ojos por culpa de morfeo, mi boca sabe a tabaco por la culpa de un vaquero y mis pies se congelan por culpa de la inecesaria refrigeración?. Debería describir a mis demonios, regalarme unos instantes de motivación a la "Cuahutémoc Sánchez" y sentir gran alivio, ya que cuando me acueste pegaré la cabeza en la almohada y no sabré de mi hasta escuchar una pequeña vocesilla llamandome Tuti ó cuando me despierte esa extraña punzada que siento en los dedos cada vez que la ansiedad desquiciada esta rondando mis sueños. Una de dos.

También puedo hacer cuentesillos a la benedetti y trazar versos... versos que caen desde la nuca, ruedan por la espalda, se someten en el pecho, cruzan por veredas, llegan al ombligo, respiran... y caen al suelo. O poemas inevitables que tienen que hablar con su incipiante exactitud y sencillez macabra. Siempre que se ponía patético me tomaba del brazo y eso a mi me gustaba. Un martes se puso más pátetico que de costumbre y entonces lo besé. Tan fácil es... tan difícil dejarlo ir.

Solo bostezaré los fragmentos de mi día lleno de vigas y celulares. Vidrios y sustos. Comezones y amistades. Sueños y delirios...

♪me siento tan normal, tan frágil, tan real...♪