domingo, noviembre 16, 2008

Desangelada II

Nunca suelo trabajar fines de semana pero esta vez tuve que doblegarme ante la autoridad de mi jefe y no hacerle un escándalo por tal decisión. Al principio no sanaba muy alentadora la idea porque siempre las oficinas suelen ser muy aburridas pero esta vez todo comenzó con un sol brillante y las calles de mexicali considerablemente transitables, al grado de hacer simplemente 6 minutos de camino. Increíble.
Al llegar a mi destino, sin esperar nada en lo absoluto me dieron los mejores buenos días que pude haber recibido en momentos como esos. Fue lindo. Pecadora.
El caso es que mi trabajo me trajo de aquí para acá y descubrí que las personas orientales se sienten ofendidas si uno no toma su tarjeta de presentación con respeto e interés. En fin, las cosas pasaron tan "bien pinche buena onda" que hasta nos compramos unos nachos con extraqueso. Alocada.
Sin embargo, ojalá nunca hubiera volteado hacia arriba pues encontré un pedazo de confusión manchada en serios problemas y no tengo vida para solucionarlo así que fingiré y plasmaré mil sonrisas en el ambiente. Chin.
Después de salir del shock, me dispuse a salir de esa dimensión y volver a casa pero no sin antes pasar a la puerta y recibir tan gratas palabras que, muchos pensaríamos están fuera de lugar viniendo de ti, pero eres bueno, eres noble, eres un amor. Gracias.
Ah, pero qué buen domingo... ya me lo merecía. Si.




...me dicen que todo terminó,
que solo eres una canción de ayer,
un suspiro que en el aire se quedó

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