Pues resulta que hoy me dieron lecciones de vida y un par de nalgadas. Admiro el cómo la gente se apasiona cuando trata de darte experiencias vividas en cajitas llenas de saliva. Es de aquí, es por allá, cuando tú quieras, sé, aprende, no digas, aprovecha... todo todo todo en tres segundos. Y no es que no los escuche, pero me es imposible no enamorarme de sus caras, de sus gestos, de sus sonrisas, que viajo en las alas de la alegría por poder contar con tantas personas buenas... mientras les convenga. Bien me decían por ahí que nadie mete las manos al fuego por nadie, pero no quiere decir que no deje de afectarme. No estoy acostumbrada a ese tipo de vida ni de ritmo laborioso. Soy muy buena pues. Ay que frustración. Debo sacar todo el ki de la culera interna que llevo.
Yo no quiero que te vayas
y me aferro a tu mirada
pero no puedo hacer nada más
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y me aferro a tu mirada
pero no puedo hacer nada más
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