No mentiré, pero es más fácil escribir en mi pensamiento que en este blog. Flojera, hastío, desinterés, melancolía, no lo sé pero me siguen esas rachitas de enfado de mí, de tí, de todos, de quién se preste porque tantas cosas imposibles de plasmarlas me llenan de frustración por mi pensamiento egocéntrico y exhibicionista.
Por ejemplo, redactar lo doloroso que es crecer, ser empleada y que tus puntos de vista sean destrozados por la experiencia de un ser, que no precisamente es por su condición jerárquica, me muestre lo pequeña que soy en edad, en pensamiento y en acciones claro que es digno de ser recordado y achacado por la humillación colectiva.
También tiene derecho a nacer en letras lo divertido que es encontrar amor. Orgullosos entes que se aparecen en tu patio demostrandote cariño por medio de su presencia y por qué no, con presentes materiales que a nadie le hacen daño es precisamente la alegría que necesita el corazón de nuestro humilde blog.
Y por favor, si me lo permiten, no dejaré que se pierda y falte la confusión y las declaraciones de seres humanos que te prometen el cielo y las estrellas para solo mendigar unos cuantos minutos de tu tiempo y que al igual caigas en el juego y busques lo mismo y te tiente el demonio, eso sí es demasiado revelador.
Todo ya es historia y hay que contarlo, cantarlo y aplaudirlo. Maldito tiempo, malditos sueños, bendito amor.