Soy adicta. Estoy enferma. Débil. Si me falta todo, se produce ansiedad y si estoy con todo las tentaciones me vencen. Todo se apodera de mí sin dejarme decidir, sin tomar en cuenta lo que verdaderamente debo ser. Mi adicción controla y estimula. Debo distraerme, tengo que escarbar para cubrir y meterme en otro hoyo. La cerveza, el cigarro, el dinero, el trabajo, la familia, la comida, los hospitales, la música, las personas, el corazón; el pan, las mordidas, mis padres, las fiestas, los amigos, el cine, el olvido, tu cara, la tecnología; el amor, la esperanza, los maestros, el carro, las angustias, los gays, el cloroformo, el tequilasunrise, las letras, la menstruación; la conciencia, los indicados, mi maldad, los revueltos, la ciudad, el baile, las desveladas, los anteojos, el cansancio, tu indiferencia; la protección, los coqueteos, las intenciones, las risas, el chat, mi vida, mis fantasías, los aries, los acuarios, los malacostumbrados; soy débil, sin voluntad y sin/con mucho más.
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