domingo, agosto 08, 2010

jueves, julio 15, 2010

miércoles, junio 02, 2010

jueves, mayo 27, 2010

Un día como hoy...

Pero de 1985, nuevamente el mundo se regocija recordando aquella prueba de amor caída desde el mismísimo cielo. Cumpliendo el aniversario de plata pero siempre lleno el corazón de oro. ¡Barbáro!

jueves, mayo 13, 2010

lunes, febrero 22, 2010

Good girl

Me he vuelto una chica de pocas palabras. Increíblemente me olvido de cómo decir, pronunciar ó balbucear en muchos aspectos de mi vida. Creo que todo esto tiene que ver con el hecho de que mi mundo se ha vuelto muy masculino. Mis mentores me dan lecciones de vida desde un punto totalmente diferente a mi sentido sencible y lleno de estrógenos. Son unos cabrones.
O también se lo adjudico al miedo. Temor de volver a comenzar y de nueva cuenta escribir de lo mismo. No cabe duda que dejar de leer es como quedarte inválido. No cabe duda que duele más cuando te lastiman sin intención.
Probablemente también sea que ya no confío ni en mi propia sombra. Mis pensamientos ya no llegan a mi boca y mucho menos a mis dedos de la manera que yo quiero, hay una interferencia maquiavélica que me juega una broma y cometo errores garrafales y menciono cosas que no deben mencionarse.
Pero mientras son peras o son manzanas, seguimos aquí viviendo los días pisteables y fumables.

viernes, febrero 19, 2010

I'm yours

Me niego totalmente a sentir; no puedo, no quiero, no creo merecerlo y supongo que no es suficiente.

miércoles, febrero 03, 2010

Hot mess

Siento toda la piel aguada, como si tomara otra forma, quiere cambiar de lugar me parece. Estoy cansada de esperar al tiempo, a la suerte, a todos.

miércoles, enero 20, 2010

Lo amaba con todo lo que significaba la palabra todo III

Querido diario:

Javier descanza en mis brazos como un delicado pan con cajeta. Adoro la cajeta y él odia que lo compare con adjetivos melosos como dulzura, caramelo, pastel, miel, mermelada, alfajor, ternurita; es inevitable no sentir su piel y pensar que no es un algodón de azúcar y cuando está en silencio los mismos coros del harlem gospel cantan mi melodía favorita.
Al oído le repito inseparables y él odia que se lo diga. Pero cómo no pensarlo cuando abrazados hacemos el amor, probándonos y armando conjeturas de nuestros cuerpos. Lo amo tanto y lo escribo tanto; él odia que lo escriba, que lo diga y que lo piense.
Estamos tan juntos, tan rojizos. El descanza en mí como un dulce bañado en miel y estoy segura que él odiaría estar aquí.

sábado, enero 09, 2010